Nada más aprobar la prueba de acceso, muchos jóvenes se enfrentan al mismo cambio de vida, ya sea porque estudiarán en otra ciudad, o porque quieren tener más independencia: dejar la casa de sus padres y empezar la universidad. Sin embargo, esta nueva etapa no siempre es sencilla, sobre todo cuando no hay planificación ni adopción de estrategias para adaptarse más fácilmente a esta experiencia.
Por esta razón, decidimos ayudarte con algunos consejos de entrenamiento personal para la edad adulta. Así, tendrás la manera de planificar los retos, noticias y sorpresas que te esperan cuando vivas solo o con compañeros. ¿Preparación? ¡Así que vamos a los consejos!
1. Aprovecha la oportunidad para reeducarte financieramente
Cuando viven con sus familias, muchos jóvenes no se enteran de los gastos del hogar (alquiler, condominio, gas, internet, electricidad, etc.) o su valor mensual, y cuánto afectan los presupuestos de las personas. Por el contrario, cuando tienen un ingreso, este se destina a otras cosas, especialmente al ocio y al entretenimiento.
Sin embargo, cuando te haces responsable de una casa o un apartamento, la situación cambia. No solo debe estar familiarizado con el gasto, sino también aprender a priorizar estos costos fijos para evitar problemas en la residencia o incluso la suspensión de los servicios en el lugar. Así que comience a reeducarse financieramente sobre cómo usar sus ingresos.
2. Aprende a cocinar
Un segundo consejo que ayuda mucho para aquellos que planean salir de casa de sus padres es aprender a cocinar. Esto te será útil no solo para mantener una buena nutrición (o incluso adquirir nuevos hábitos alimenticios), sino, sobre todo, para evitar el gasto excesivo en comidas fuera del hogar y entrega de alimentos. Gastos que pueden parecer irrelevantes cuando ocurren en un momento u otro, pero que, al ser recurrentes, pesan mucho en el bolsillo de un estudiante.
Para lograr este objetivo, puede leer libros de cocina, ver canales de cocineros aficionados y / o profesionales en YouTube, o simplemente confiar en los consejos y la orientación de sus padres sobre qué hacer en la cocina. De hecho, este puede ser el momento ideal para que escribas los trucos y hagas ese pequeño arroz. ¿Qué dices?
3. Prepárate psicológicamente
Si vas a salir de casa de tus padres durante el periodo de pandemia, es importante que seas consciente de tu psicológico, pensando en alternativas para que tus emociones no se conviertan en la piel y sea posible disfrutar del aislamiento social de una manera productiva e incluso beneficiosa para tu salud mental.
Para ello, piensa en ejercicios que puedas hacer en tu nuevo hogar, ambientes (lectura, dibujo, pintura, bordado, cultivo de plantas, etc.) que te gustaría crear en la residencia y actividades que se pueden realizar para optimizar el tiempo libre y mejorar tu currículum—, como cursos de extensión.
4. Tener una reserva de emergencia
Además de lo que ya se ha dicho, es importante que desde el día que decidiste iniciar esta nueva etapa de la vida, comiences a hacer una reserva de emergencia, porque tener dinero disponible en la cuenta, si es necesario, es algo esencial en la edad adulta.
Esto se debe a que, como te darás cuenta con el tiempo, suceden eventos imprevistos. A veces son cosas simples que se pueden eludir fácilmente. Pero en otros, como la infiltración, el cableado eléctrico dañado, la reparación de una pared, etc., no hay a dónde correr: tendrá que gastarlo para resolver la situación.
Es decir, la reserva viene a tu rescate justo cuando la necesitas, ayudando a poner fin rápidamente al problema y evitando que se realicen deudas no deseadas.
5. Elige un buen lugar para vivir
Independientemente de si vives solo o acompañado, busca un lugar bien ubicado, ya que esto marcará la diferencia en tu calidad de vida. Por ejemplo, cuando resida cerca de la universidad, tendrá la comodidad de regresar y salir del campus a pie y tomar solo unos minutos en el camino, hacer las comidas del día en casa y tener una mejor gestión del tiempo disponible para hacer ejercicio, practicar pasatiempos y estudiar.
Además, si el inmueble se encuentra en un buen barrio, tendrás otras ventajas, como más opciones de transporte público circulando, proximidad a establecimientos comerciales útiles a la rutina (farmacia, banco, supermercado etc.) y facilidad de acceso a zonas exteriores (plazas y parques).
6. Tener una rutina bien organizada
Para concluir, ten una rutina debidamente organizada en tu nuevo hogar. Para hacer esto, establezca un horario de actividades domésticas que se realicen regularmente, evitando así que el lugar se vuelva desordenado y disfuncional afectando así tu calidad de vida, tu estado de ánimo e incluso tu capacidad para dedicarte y centrarte en los estudios. A continuación se presentan algunos ejemplos de tareas pendientes para inspirarte. Ver:
- determinar un día a la semana para lavar ropa ordinaria (piezas de su armario) y otro para ropa pesada (cama, baño y tapicería);
- establecer una fecha cada 10 días para limpiar los baños;
- acostumbrarse a lavar platos, sartenes y cubiertos sucios diariamente, si es posible, inmediatamente después del uso de dichos utensilios;
- comience a preparar sus comidas para toda la semana el sábado o el domingo, ahorrando así su tiempo entre semana y rompiendo, ensuciando menos la cocina.
Siguiendo nuestros consejos, salir de casa de los padres no será una decisión de última hora o que se tome sin pensar en los pros y los contras. Por el contrario, será un cambio muy bien pensado, organizado y, en particular, puesto en práctica. ¡Así que estad atentos a vuestra planificación para esta nueva fase de vuestra vida, perfeccionando las cosas que ya sabes hacer (como cocinar) y aprendiendo nuevas actividades (como realizar pequeñas reparaciones en el hogar) para evitar posibles perrengues en el futuro!