Las estadísticas lo demuestran: los latinoamericanos no saben cómo hacer un hábito de lectura, o de lo contrario, no lo cultivan tanto como debería.
Según la investigación, las personas no mantienen el hábito de leer porque no les gusta (28%) o simplemente porque no saben leer (16%), pero ninguna otra razón supera la falta de tiempo, justificación utilizada por el 34% de los encuestados. Aún así, el 82% de ellos dice que les hubiera gustado leer más.
Es válido aclarar que, a efectos de muestreo, se consideró lector a la persona que leyó, en su totalidad o en partes, al menos un libro en los tres meses anteriores a la entrevista. ¡Así que en esta publicación, explicaremos por qué la reversión de este escenario es tan importante!
¿Por qué fomentar el hábito de la lectura?
Ciertamente, tus profesores o alguien que te practica con frecuencia te han aconsejado que incorpores el hábito de la lectura en tu rutina. Esta es una de las formas de convertirse en un punto culminante académico.
Pero si aún no está entusiasmado con esta idea, enfatizamos que los beneficios de la práctica regular de la lectura ya han sido probados por varias investigaciones científicas. ¡Conoce a algunos de ellos a continuación!
Estimula la creatividad
La práctica de leer regularmente hace que las personas sean más creativas. Esto se puede explicar por el hecho de que al hojear un libro, a menudo dan alas a la imaginación, tratando de dibujar mentalmente cada escenario o personaje de acuerdo con las descripciones proporcionadas.
Por lo tanto, los libros son una excelente manera de ejercitar la creatividad: las historias ayudan a las personas a desarrollar nuevas perspectivas sobre las situaciones. Con esto, la tendencia es que el lector asiduo descarte las soluciones convencionales ante conflictos y desafíos, una característica muy importante también para el mercado laboral.
Enriquece el vocabulario
La diversidad de títulos lanzados en el mercado editorial es muy grande y, por lo tanto, hay opciones para complacer a todos los estilos y grupos de edad. Además, el lenguaje utilizado por el autor tiende a variar según el momento en que se escribió el texto, el género literario y el público al que pretende llegar.
De esta manera, podemos concluir que los libros nos presentan muchas palabras nuevas. Es cierto que, al principio, algunos de ellos pueden incluso causar cierta extrañeza, sin embargo, la forma natural es que investigues su significado. Después de descubrir esta información, la tendencia es que se incorpore a tu vocabulario.
Sentido agudo y crítico
Los libros son una fuente inagotable de conocimiento. Ya sean obras de ficción, biografías, detrás de escena y desarrollo de eventos históricos, el lector siempre tiene la oportunidad de aprender sobre el tema en cuestión. Con esto, puedes reflexionar sobre tus valores e ideales.
En función de la información que ha recibido, el lector puede posicionarse más fácilmente en varios temas. El hábito de la lectura mejora su capacidad de argumentar, lo que permite a esta persona fundamentar mejor sus opiniones, buscando siempre profundizar en los debates en los que se ve envuelto.
Favorece la creación de empatía
Otro gran beneficio que ofrece la práctica regular de la lectura es la creación de empatía. Los lectores pueden ponerse más fácilmente en los zapatos de otras personas, porque eso es exactamente lo que hacen cuando están frente a su historia favorita: conocen los dilemas, miedos y sueños de los personajes.
La identificación con ciertos valores y comportamientos tiende a ser transportada a la vida real, por ejemplo, su capacidad de simpatizar con las minorías, discriminadas porque tienen alguna característica considerada fuera de los estándares.
¿Cómo hacer un hábito de lectura?
Ahora que ha entendido la importancia de hacer un hábito de lectura, es posible que se pregunte cómo hacer esto en la práctica. Aunque existen alternativas para beneficiar a quienes no son lectores asiduos, esta es una acción importante en varias situaciones, como en la preparación para el vestibular.
Pensando en ello, ¡aquí hay algunos consejos para incorporar la lectura en su rutina!
Tómese el tiempo de su día para leer
El primer consejo para aquellos que quieren convertirse en un lector asiduo es convertir esta práctica en hábito. Puedes comenzar estableciendo un objetivo: terminar una historia en un cierto número de días. Para ello, es importante que te programes y separar unos minutos, o tal vez horas, para esta actividad.
Si le resulta difícil hacer esto usted mismo, considere crear o unirse a un club de lectura. Funciona como un momento colectivo de lectura, en el que todos se reúnen para debatir la lectura previamente estipulada. Los participantes también pueden aprovechar la oportunidad para intercambiar sugerencias de historias e itinerarios.
Visite bibliotecas y librerías con frecuencia
Otra forma de estimular la lectura es visitar bibliotecas y librerías regularmente. En estos establecimientos, la gente se encontrará con una amplia variedad de títulos, desde lanzamientos hasta clásicos, que a menudo hacen las delicias de generaciones.
¡Quien nunca ha estado en estos entornos pronto se dará cuenta de que el recorrido puede ser muy divertido! Nuestra sugerencia es que la visita se realice con mucha precaución, para que haya tiempo de revisar los tramos más diversos.
Si estás en un grupo, está bien que los miembros se separen por unos momentos, para que cada uno pueda buscar los temas preferidos. Estar en un lugar adecuado, además, es uno de los requisitos para aquellos que quieren leer más rápido.
Elija títulos que sean compatibles con sus preferencias
Para que el interés por la lectura sea creciente, es importante elegir libros adecuados al grupo de edad y también compatibles con las preferencias de cada individuo.
En este contexto, un consejo es comenzar con temas con los que tengas más afinidad: para aquellos a los que les gusta el séptimo arte, por ejemplo, está la biografía de actores o directores famosos. Los aficionados al fútbol, a su vez, pueden elegir una obra que le dará un título importante de su equipo desde el corazón.
Ten siempre un libro contigo
Para crear el hábito de la lectura, es fundamental tener siempre un libro a su alcance. Después de todo, hay una serie de momentos en nuestra vida diaria en los que podemos encajar esta acción, como en las colas de los bancos, en el transporte público o incluso mientras esperamos una cita médica en un consultorio o clínica.
Una buena solución para aquellos que no quieren tener peso es optar por libros digitales, o libros electrónicos. Las principales editoriales del país ya ofrecen sus títulos en este formato, que se puede leer tanto en lectores digitales -también conocidos como e-readers- como en smartphones, tablets o por el propio ordenador.
Además de evitar que el lector suba el libro físico, el formato digital también ofrece otros beneficios, como el etiquetado de páginas, el resaltado de fragmentos importantes e incluso un contador que le indica el porcentaje de lectura y el tiempo estimado hasta el final de la lectura.
Desconectar para leer
Actualmente, estamos teniendo en todo momento la atención desviada por notificaciones en el smartphone y mensajes en redes sociales. Esto termina perjudicando nuestra concentración y productividad en diversos sectores de nuestras vidas, como el trabajo, los estudios e incluso las lecturas.
Para evitar que esto suceda, mantenga su teléfono alejado de usted mientras lee y, si es posible, póngalo en modo silencioso. También intente apagar su computadora y televisión, de modo que su enfoque esté completamente dirigido a la lectura en progreso. De esta manera, puede asimilar más fácilmente el contenido del libro.
Comience con libros cortos
Combinemos: mirar esos enormes libros en las estanterías, con 700 páginas o más, desanima a cualquiera. Y cuando se trata de una persona que aún no ha creado el hábito de la lectura, ¡este factor puede convertirse en un obstáculo aún mayor!
El acto de concluir un libro aporta un buen sentido del deber cumplido al lector. Después de todo, es muy placentero descubrir qué pasó con esos personajes en esa trama. Por lo tanto, trate de elegir obras más cortas, con pocas páginas. Así, evitas desanimarte por lo mucho que queda por terminar la historia y crearás tu propio ritmo poco a poco.
Evite los resultados de carga
Una cosa que debe quedar muy clara es que la lectura no tiene por qué ser una competición, sino una acción que aporte placer al individuo. Así que no te preocupes si tu amigo ha leído más libros que tú durante el año, ya que esta capacidad de leer grandes volúmenes se obtiene de la práctica, al igual que con otras actividades.
Así, evita cobrar cualquier tipo de resultado en relación a tus lecturas, como la cantidad de obras leídas, los géneros y la presencia de escritores conceptualizados por la crítica. Trate de leer a su propio ritmo, dando prioridad a lo que está de acuerdo a sus preferencias.
En este post, vimos algunos consejos esenciales sobre cómo crear el hábito de leer espontáneamente. La intención es que la persona comience una nueva lectura de su propia voluntad, y no solo porque alguien lo haya determinado.