La Educación Superior es sin duda una de las fases más notables en la vida de un individuo. Las emociones involucradas en el proceso son diversas, desde la alegría de conocer gente nueva, pasando por la responsabilidad de desarrollarse profesionalmente, hasta la ansiedad de ingresar al mercado laboral. En este contexto, la inteligencia emocional ayuda a los estudiantes a lidiar con todo esto de una manera equilibrada.
Es importante saber que los desafíos no dejan de surgir cuando se llega a ser capaz de controlar sus pensamientos y sus sentimientos, sin embargo, parecen volverse más «ligeros», más posibles e incluso más fáciles. ¿Sabes por qué? Porque tu visión de la vida, en general, cambia. En consecuencia, sus comportamientos también cambian.
Esto significa que, para lograr la excelencia en su rutina de estudio, no basta con prestar atención solo al ámbito intelectual, y es necesario buscar la mejora de sus habilidades emocionales y sociales. Los resultados tienden a ser mucho mejores y las relaciones establecidas se vuelven mucho más saludables y sólidas; en la universidad, por ejemplo, esto es genial para el Gestión de redes.
Comprender más, entonces, sobre qué es la inteligencia emocional, cuál es su importancia y cómo aplicarla en los estudios. Vamos, ¿de acuerdo?
¿Qué es la inteligencia emocional?
El concepto, formulado por el psicólogo estadounidense Daniel Goleman, se refiere a la capacidad de identificar, analizar y gestionar sus propias emociones, así como de comprender las de los demás. La inteligencia emocional está estrechamente ligada a las llamadas habilidades socioemocionales, ya que no solo se refiere al poder de controlar los propios sentimientos, sino también de relacionarse de forma sana y empática con las personas en su convivencia.
Esta competencia es indispensable para combatir el estrés y para la preservación de la salud mental, especialmente cuando los sujetos están expuestos a eventos adversos y desafiantes. Por lo tanto, una persona emocionalmente inteligente puede construir una nueva mirada a las dificultades y un estilo de vida y estilo de vida más equilibrados.
¿Por qué es tan importante?
Desarrollar la inteligencia emocional ayuda a las personas a ser más seguras, motivadas, sociables, resilientes, asertivas y propensas a resolver problemas sin desgastar tanto. En otras palabras, aquellos que pueden evaluar y regular sus propias emociones y comportamientos se relacionan mejor con los demás y enfrentan desafíos más fácilmente.
Así, esta capacidad contribuye a que los sujetos lleven la vida con ligereza y, sorprendentemente, logren resultados superiores en todos sus trabajos. Vale la pena destacar que esta competencia se suma a la llamada inteligencia cognitiva, porque contribuye a la productividad, las relaciones, el cuidado de la salud física y mental, la toma de decisiones, el establecimiento de metas, la superación de dificultades, la reducción de la ansiedad y mucho más.
En la universidad, por ejemplo, la inteligencia emocional es de fundamental importancia en el trabajo en grupo, en la convivencia con profesores y compañeros, en la absorción de contenidos, en el cumplimiento de plazos y en el alivio de la presión de los estudios.
¿Cuáles son los pilares que lo sustentan?
Podemos decir que la inteligencia emocional está anclada en cinco elementos principales. No son más que habilidades que necesitan ser desarrolladas para lograr los resultados esperados, o más bien los beneficios de una buena gestión de las emociones. Conoce cada uno de ellos a continuación.
Autoconocimiento
Conocerte a ti mismo es el primer paso para mejorar tu inteligencia emocional. Esto significa hacer una especie de «autodiagnóstico», es decir, reconocer tus debilidades y fortalezas, tu potencial y límites, tus preferencias, etc. Para ello, es necesario observar con mucho cuidado (y sin juzgar) sus patrones reactivos.
Autorregulación
Controlar las emociones, especialmente las negativas, es también controlar el propio comportamiento. Tal habilidad ayuda a prevenir desencadenantes aún más complicados de algunas situaciones. Mantener la calma es crucial para resolver problemas (no para crear otros nuevos).
Visión de propósito
Saber lo que quieres, a dónde quieres ir y actuar en esta dirección: la visión o el dominio del propósito te ayudan a alcanzar tus metas y no rendirte en medio del camino. En otras palabras, ayuda a mantener el enfoque y la motivación necesarios para abordar los obstáculos y cumple tus sueños.
Empatía
¿Recuerdas que dijimos que la inteligencia emocional implica no solo saber lidiar con tus sentimientos, sino también con los de los demás? Esto significa que la capacidad de ejercer la empatía, es decir, de ponerse unos a otros en el lugar, reconociendo sus emociones y entendiendo sus actitudes, es un rasgo fundamental de las personas emocionalmente inteligentes. Esta capacidad contribuye decisivamente a la reducción de los conflictos.
Relaciones interpersonales
A raíz de la empatía, viene el establecimiento y fortalecimiento de las relaciones interpersonales. Esta competencia ayuda a la constitución de vínculos sociales armoniosos y pacíficos, en los que se prioriza el diálogo, la comprensión y el respeto.
¿Cómo aplicar la inteligencia emocional en los estudios?
Como hemos visto, los beneficios de la inteligencia emocional para los estudiantes son numerosos. Sin embargo, es posible que se pregunte cómo desarrollarlo en la práctica, ¿no es así? A continuación, echa un vistazo a una lista de consejos importantes:
- conozca sus fortalezas y debilidades: sepa qué puntos debe aprovechar y aquellos que necesitan más atención;
- trate de controlar sus emociones: no se sienta abrumado por lo que siente, evalúe la escala del problema y trate de actuar de manera más objetiva;
- confía más en ti mismo: reconoce tus virtudes, habilidades y logros;
- desarrollar su conducción autónoma: no espere que las circunstancias externas sean favorables, sino que sean su principal motivador;
- mejorar su comunicación: invierta en diálogo sensible, escucha activa y discurso asertivo;
- Siempre ejerza la empatía: no olvide que todos enfrentamos dificultades, así que reconozca los sentimientos de otras personas y trate de comprender la razón de sus actitudes.
En un momento, trate de desarrollar cada uno de los pilares presentados aquí, así como siga los consejos anteriores. Recuerda que el cuidado y preservación de tu salud emocional son de gran importancia para tu calidad de vida y para tu desempeño en los estudios. ¡La inteligencia emocional será un diferencial no solo en el ámbito académico, sino también en tu futura carrera profesional!