La célula es una unidad estructural microscópica formada fundamentalmente por material genético, citoplasma y membrana plasmática.
Es posible que ya se haya preguntado cómo se forma nuestro organismo. Pues bien, parte de nuestro cuerpo está formado por células que, en biología, se clasifican como unidades que conforman la estructura y las funciones de los seres vivos. Por tanto, una célula se caracteriza por ser una estructura viva.
Además, llevan en su composición información genética, es decir, ADN. Así, esta información puede transmitirse, por ejemplo, cuando se produce la división celular en los organismos vivos. De esta forma, todos los organismos están constituidos a partir de células, según la Teoría Celular.
En este sentido, los organismos vivos pueden dividirse en unicelulares o multicelulares. Por lo tanto, los organismos unicelulares tienen una sola célula que es responsable de la constitución de todo el organismo. En cambio, los organismos multicelulares tienen varias células responsables del funcionamiento del organismo del ser vivo. Así, los seres humanos se clasifican como multicelulares, mientras que las bacterias son unicelulares.
Repasemos brevemente algunos conceptos importantes, antes de pasar a los mapas mentales de la célula.
Características de la célula
Cuando se observan, las células que constituyen los diferentes seres vivos presentan características morfológicas bastante diversas. Un ejemplo de esta variedad son las propias células que componen nuestro organismo. Así, podemos identificar un total de 100 tipos diferentes en los seres humanos.
Sin embargo, a pesar de las diferencias visibles, pueden presentar características bastante similares cuando se observan en mayor profundidad. Así, hablando de la organización interna y de los procesos bioquímicos que la componen, se pueden observar similitudes incluso en organismos diferentes.
Por lo tanto, las células tienen una estructura de clasificación básica. Por tanto, se puede dividir en membrana plasmática, citoplasma y núcleo. Sin embargo, hay una característica que hace que se reclasifiquen, ya que hay ejemplares que no tienen núcleo. Así, tenemos células procariotas y eucariotas.
En este sentido, las células procariotas son aquellas en las que el núcleo está definido y el material genético presente en la célula se concentra en el citoplasma. Por otro lado, las eucariotas son aquellas en las que, a diferencia de las procariotas, el material genético está rodeado por dos membranas.
Membrana plasmática y citoplasma: A diferencia del núcleo, que puede estar presente o no, la membrana plasmática y el citoplasma son partes indispensables. Es decir, están presentes en todas las estructuras celulares de los organismos vivos. Así, la membrana plasmática desarrolla un papel crucial, ya que controla las sustancias que entran y salen de la célula. Además, consta de una doble capa de fosfolípidos.
Por otro lado, el citoplasma es la parte en la que se define la membrana plasmática dentro de la célula. Así, la región que constituye el citoplasma se denomina citosol. Además, en esta región están presentes sustancias como aminoácidos, nutrientes energéticos e iones. Así, responsables de controlar las actividades de estos organismos, los orgánulos celulares están presentes junto al citosol.
Mapas mentales de la célula en PowerPoint