Las funciones del lenguaje son recursos comunicativos que actúan en función del objetivo del emisor, enfatizando el mensaje que se transmite, en torno al contexto de la comunicación que tiene lugar. Antes de pasar a los mapas mentales de las funciones del lenguaje, repasemos sus características.
Características de las funciones del lenguaje
Las funciones del lenguaje se dividen en seis, una para cada uno de los seis elementos de la comunicación:
Función emotiva o expresiva: Se centra en el que envía el mensaje, el emisor. El objetivo de esta función es expresar emociones, sentimientos y opiniones de la persona que envía el mensaje. Recuerde que el mensaje no tiene por qué ser fácilmente comprensible o claro.
Función conativa o de apelación: Se centra en quien recibe el mensaje, el receptor. La atención se centra en influir, en afectar a los que reciben el mensaje. Es decir, el objetivo es convencer, dar órdenes o consejos.
Función poética: Se confunde a menudo con la función emotiva, pero hay que tener cuidado. La poética se centra en el mensaje, necesariamente en la estética, la estructura del mensaje. En otras palabras, lo importante es cómo se transmite el mensaje.
Función denotativa o referencial: Tiene la finalidad de anunciar, referenciar, informar. Así que se centra en el tema que se transmite. Es decir, refleja un hecho de forma clara y objetiva, sin jugar con las palabras. Es la información de una realidad.
Función fáctica: No se preocupa del emisor ni del receptor, se centra en el canal. No importa quién lo haga, siempre que la comunicación se produzca. Lo que importa aquí son los mecanismos de conversación.
Función metalingüística: Se centra en el código, es decir, se utiliza la lengua para hablar de la lengua. Es la valorización del lenguaje, del código. En el metalenguaje, el código utiliza el propio código para conceptualizar, determinar el código.
