La Revolución Francesa fue un proceso revolucionario que tuvo lugar entre 1789 y 1799 en Francia. Fue la burguesía quien la dirigió y por eso es una de las Revoluciones Burguesas. Antes de pasar a los mapas mentales de la Revolución Francesa, repasemos sus principales características.
Características de la Revolución Francesa
En resumen, la burguesía estaba descontenta con la pobreza y la aristocracia francesa. Fue también una época en la que surgieron nuevas ideologías, llamadas anticlericales o anticristianas. Impulsada por este escenario, la burguesía se ganó el apoyo de los campesinos y los animó a tomar las armas. Depusieron al rey matándolo, pero también mataron a cualquiera que no estuviera de acuerdo con sus ideas.
Difundió las ideas de «igualdad, fraternidad y libertad» por todo el mundo. Este era su lema, representado por una imagen de Marianne, una mujer que levanta la bandera de Francia, personificando las ideas revolucionarias.
Este lema está presente hasta el día de hoy, e inspiró acontecimientos históricos de la humanidad durante la Edad Moderna. Pero esto es una gran paradoja, ya que los revolucionarios no aplican estos tres valores a quienes no están de acuerdo con sus métodos. Hubo aproximadamente 18.000 asesinatos en 10 años.
Gran parte de las matanzas se produjeron en la segunda de las tres fases de la revolución, pero la fuerte oposición a los que no están de acuerdo siempre ha sido una característica de este movimiento.
Las principales características de la Revolución Francesa, que la diferencian de otras revoluciones burguesas, fueron: la participación de las capas populares en el proceso revolucionario, la defensa de los ideales de la Ilustración, la separación de la Iglesia y el Estado y la exaltación de la Razón.