Métodos de estudio: descubre cuál es el más eficiente para ti

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Ser capaz de equilibrar las tareas diarias con el trabajo y el estudio es una misión difícil pero necesaria. Al fin y al cabo, el resultado es el mantenimiento de la calidad de vida y la consecución de una buena formación. Es decir, un gran combo para afrontar el día a día y asegurar grandes posibilidades de futuro.

Sin embargo, mantener una rutina de estudio eficiente depende de los horarios disponibles, la asimilación y la facilidad con la asignatura, además de requerir mucho esfuerzo por parte del alumno. Para ayudar, existen métodos de estudio con estrategias variadas. Se centran en la comprensión, la lógica y la practicidad.

Estas opciones, que apuntan al buen uso del tiempo, la construcción de conocimientos y la fijación de asignaturas son compatibles con diversos perfiles de estudiantes.

¿Quieres conocer algunas de estas metodologías de estudio? ¡Sigue leyendo y compruébalo!

¿Cuáles son los principales métodos de estudio?

Estudio intercalado

El estudio intercalado no es más que la distribución de los materiales en un momento cercano al estudio. Piensa, por ejemplo, que en 3 días puedes estudiar sujetos humanos, exactos y biológicos. Todo ello, sin estar cansado, asegurando un entendimiento pleno.

Para ello, basta con separar una cantidad proporcional de horas para cada asignatura. La idea, sin embargo, es no pasar demasiado tiempo en una sola área de estudio. Luego divide los temas de acuerdo a tus momentos libres e intercala los materiales.

A partir de este proceso, el alumno se ve «obligado» a volver a la asignatura anterior cada vez que continúa la asignatura, evitando la procrastinación y obligando a la memoria a recordar los temas estudiados. Con el estudio intercalado, la materia no se acumula y no hay desesperación en la víspera de la prueba. ¡Hay muchas ventajas en un método!

La autoexplicación es una variación del resumen. Sin embargo, en este método, lees el texto y tratas de explicártelo a ti mismo en voz alta.

Para ello, siempre es bueno relacionar otra información y materiales que puedan estar relacionados con la lectura. Un ejemplo es estudiar la historia y recordar los períodos anteriores y los principales eventos del momento descrito, o estudiar la biología y recordar la definición de cada concepto y nombre citado.

Con la autoexplicación, el estudiante trabaja la memoria y el razonamiento, construyendo una línea de pensamiento que captura tanto el tema leído como los temas conectados.

Autointerrogatorio

Sobre la misma base, el autointerrogatorio es parte de la lectura y la relación entre el tema actual y los temas anteriores, o previamente estudiados. Basta con leer el artículo elegido y, a partir de este, elaborar preguntas que demuestren su comprensión.

Tales preguntas pueden ser elaboradas en base al tema o conceptos vistos en la lectura. Un ejemplo es leer sobre un tipo de vanguardia literaria y luego preguntarse cuáles son los principales autores de la época y los títulos de renombre, tratando de recordar las obras que pueden servir de ejemplo.

Es importante que las preguntas y respuestas se hablen en voz alta para una mejor fijación. Además, esta técnica está dirigida a estudiantes que asisten a la escuela secundaria o educación superior, porque tienen más bagaje de información para respuestas más completas y preguntas bien diseñadas.

Otro consejo es pensar en diferentes tipos de preguntas para el mismo tema, con enfoques que se pueden cobrar en exámenes de fin de semestre o pruebas para becas y exámenes de ingreso.

Estudio mnemotécnico

¿Conoces esas frases divertidas para decorar la mesa de elementos químicos? ¿O los juegos de palabras para las fórmulas de física? Estos son métodos mnemotécnicos y se pueden usar en prácticamente cualquier área, pero son más comunes en disciplinas exactas y biológicas, o en asuntos de humanos que permiten la asociación. Para hacer esto, es suficiente con:

  • piense en acrónimos donde cada letra se asemeja a una palabra o un concepto;
  • ensamblar frases que se pueden asociar con un pedido;
  • piense en oraciones en las que cada inicial se refiere a sujetos dentro de un tema común, como Ana Tinha Calça Grande, para Adenina, Timina, Guanina y Citosina.

Además, las palabras clave que reanudan temas más complejos también entran en el método mnemotécnico. Cabe destacar que esta técnica es mejor para la fijación a corto plazo, y es una buena opción para revisiones al final del semestre o vestibular.

Resúmenes y aspectos destacados

Por supuesto, no hay forma de ignorar los métodos de estudio más tradicionales. Después de todo, la efectividad se demuestra si el estudiante tiene familiaridad y compatibilidad con la estrategia. Entre estas formas, hacer resúmenes y resaltar partes importantes del texto son excelentes opciones paumentar el repertorio y centrarse en las partes principales de cada tema.

Sin embargo, evite gritar demasiado o hacer un resumen muy grande. Lo ideal es puntuar solo los extractos más importantes del texto y, para el resumen, explicar brevemente el orden de los acontecimientos, la definición de conceptos y los elementos clave, que se pueden cargar más adelante.

Además, vale la pena usar bolígrafos de colores, marcadores llamativos y elementos que ayudan a ver, tanto en el resumen como en el extracto resaltado.

Pruebas prácticas

Una buena rutina de estudio mezcla teoría y práctica. Al fin y al cabo, todas las asignaturas pueden cobrarse en exámenes finales, pruebas de acceso, concursos o incluso en situaciones del día a día y en el mercado laboral, siendo indispensable mantenerse al día para no ser tomados por sorpresa.

Uno de los métodos de estudio más adecuados para la comprensión y fijación son las pruebas prácticas que demuestran la eficacia del estudio teórico. Para ello, es bueno optar tanto por preguntas de opción múltiple como de disertación —lo importante es buscar preguntas extra de simulaciones y pruebas previas— o hablar con el profesor y pedir sugerencias de ejercicios.

Por lo tanto, puede prepararse para un nivel diferente de facturación. Después de todo, la asignatura se puede cargar de varias maneras, y esto requiere que el estudiante sepa cómo usar la información de acuerdo con el tipo de pregunta, evitando copiar definiciones de un libro y razonar sobre las posibilidades de respuestas.

Un consejo es utilizar temporizadores para controlar el tiempo de realización de cada pregunta, encontrando un promedio consistente con las horas de prueba. Otra indicación es rehacer los ejercicios, incluso si es difícil entender cómo obtener la respuesta correcta. Con esto, el estudiante sale de la zona de confort y se prepara mejor.

Relectura

La primera lectura de cualquier texto tiende a ser dinámica. Por lo tanto, es común no prestar tanta atención o no comprender completamente los conceptos. Cuando se trata de información compleja, este tipo de lectura no es, ni de lejos, suficiente para la construcción del conocimiento.

Por lo tanto, leer más de una vez es un método de estudio fundamental para la comprensión completa de las expresiones. Así que en lugar de detenerte en la primera lectura, repítela tantas veces como sea necesario para tu plena comprensión.

Toma lecturas sucesivas hasta que puedas recordar lo que está escrito sin tener que consultar el material. La cantidad de repeticiones varía según cada alumno, por lo que es importante persistir.

Asociación de imágenes a conceptos abstractos

Esta técnica es considerada una de las estrategias de estudio más poderosas, ya que permite memorizar incluso los contenidos relacionados con los materiales exactos con mayor facilidad. Esto incluye memorizar dígitos que, debido a la abstracción, implica un mayor esfuerzo para almacenar en la memoria.

Para eludir esta dificultad, cree una asociación entre los números y las imágenes de objetos concretos. Hecho esto con éxito, al pensar en el número, pronto recordará la imagen asociada.

Trate de perfeccionar la creatividad, porque las imágenes mentales ricas, fuertes e intensamente coloreadas se guardan más fácilmente.

Mapas mentales

Los mapas mentales están dirigidos a organizar la información para que sea más fácil de asimilar. Esto se logra con la representación de ideas y conceptos, desmembrados de un tema central.

Este método favorece la comprensión y la resolución de problemas, además de beneficiar la memorización y el aprendizaje. El primer paso para que puedas redactar tus mapas mentales es anotar o dibujar la idea que será el tema central.

A su alrededor, haz globos y deriva ramas para cubrir los temas relacionados con el tema. Cree tantas ramas como considere necesario, luego establezca las subdivisiones importantes.

Construcción de mesas

La información con formato de marco es una buena opción para ayudarlo a fijar contenido, especialmente cuando las historias involucran sistemáticas muy específicas.

Vayamos a un ejemplo de esto: imaginemos una cuestión de Derecho Del Trabajo, para lo cual es necesario producir una tabla con columnas para anotar los principios legales que sustentan los derechos laborales, otra para los derechos previstos por la ley, etc.

La elaboración se puede realizar con el diseño de una mesa, completado a partir de la consulta de sus materiales de estudio. Después de componer la tabla, cópiela varias veces, y después de completar este paso, intente reproducir los conceptos sin tener que volver a leerla.

Tal método de estudio resulta valioso, especialmente para aquellos que tienen memoria visual. además de facilitar la fijación entre las partes de un contenido.

Grabación de audio

Otra gran manera de reforzar el contenido es utilizar las características de tu audición, es decir, escuchar lo que quieres aprender. Esta forma de intensificar el aprendizaje se basa en estímulos auditivos, que contribuyen al cerebro a fijar información en la memoria a largo plazo.

En este sentido, lo ideal es leer los contenidos en voz alta y registrar las lecturas. Luego, simplemente escuche el mismo tema tantas veces como desee, hasta que lo lea a fondo.

Técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro es una de las formas más conocidas de gestión del tiempo, y se puede aplicar con diferentes objetivos, entre ellos, mejorar los estudios. Consiste en dividir el tiempo en bloques cronometrados de 25 minutos de actividad, intercalados con 15 minutos de descanso.

La gran ventaja de esta técnica es permitir al alumno personalizar los tiempos según sus necesidades, siempre y cuando siempre intercale los ejercicios con los momentos de pausa.

Método Robinson

El Método Robinson es una forma de estudiar en qué acciones deben llevarse a cabo en pasos preestablecidos. Debido a esto, también se conoce por el acrónimo EPL2R:

  • Explorar;
  • Preguntar;
  • Leer;
  • Rememorar y Repasar.

En la primera fase, el estudiante debe explorar el contenido a estudiar. El siguiente es el momento de hacer preguntas y plantear sus preguntas. Luego, debe tomar una lectura más cercana y cuidadosa del material. En el último paso, es hora de asegurarse de que el contenido se ha corregido pasándolo.

¿Cómo elegir un método de estudio?

A la hora de probar los métodos de estudio, es fundamental tener en cuenta que cada persona se adapta mejor a un tipo de estrategia. Es decir, una alternativa resultará ser más adecuada que otra, según el perfil y la necesidad.

Por lo tanto, puede ser útil probar varias metodologías para encontrar la ideal para su rutina y personalidad. Además, es posible ajustar las diferentes tácticas a partir de la efectividad de los resultados. En todos los casos, ¡lo esencial es no conformarse o retrasar el estudio de los materiales!

¿Cuáles son las principales herramientas para ayudarte en tu rutina de estudio?

Ahora que ha leído sobre los principales métodos de estudio y cómo elegir el ideal para usted, ¿qué tal si conoce algunas herramientas para ayudar aún más a su rutina de estudio? ¡Aprende más sobre algunos de ellos a continuación!

Asana

Con Asana, no solo puedes separar por temas y relacionar los temas que deben estudiarse, sino también verlos en un calendario completo. Además, la plataforma le permite cambiar el estado de las actividades a medida que se completan.

Trello

Otra plataforma que permite organizar los contenidos a estudiar es Trello. En esta opción, no solo puede organizar el contenido, sino también mantener el ritmo del aprendizaje. Además, la plataforma permite la carga de archivos de varios formatos.

Google Drive

Google Drive es ideal tanto para aquellos que necesitan una función gratuita para crear sus documentos, hojas de cálculo y presentaciones de diapositivas, como para aquellos que necesitan acceder a ellos en diferentes dispositivos.

Simplemente tenga una cuenta de Google y tendrá acceso a sus archivos en cualquier teléfono inteligente, computadora o tableta conectada a Internet.

Pomodoro Timer

Si te ha gustado la técnica Pomodoro presentada en este texto, ten en cuenta que existen aplicaciones móviles que pueden ayudarte a ponerla en práctica. Un ejemplo es el Pomodoro Timer, que ayuda a controlar su tiempo de actividad y descanso, y le advierte cuándo debe comenzar y terminar cada intervalo.

Quality Timer

¿Crees que estás pasando mucho tiempo en tu teléfono celular mirando correos electrónicos y redes sociales? Quality Timer puede ser una buena opción. Esta aplicación bloquea las notificaciones de tu smartphone, ayudándote a enfocar tus estudios.

SimpleMind

Finalmente, SimpleMind es una aplicación móvil que te ayuda a trazar tus propios mapas mentales y te permite llevarlos a donde quiera que vayas. El resultado final es similar al realizado en el papel, pero con mucha más practicidad e inclusiones de varios «caminos» hasta llegar a la idea principal.

Como hemos visto, existen varias alternativas de métodos de estudio para ayudarte a aprender y memorizar disciplinas. ¡Solo tienes que elegir el que mejor se adapte a tu rutina y ponerlo en práctica lo antes posible!

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