Un proyecto de vida es un plan en el que establece sus prioridades a largo plazo. Aquí, una persona coloca sus expectativas en su propio destino, moviendo los engranajes para vivir como desea en el futuro. Básicamente, es una especie de jubilación real, en la que se trabaja hoy para asegurar el mañana.
Este tipo de planificación tiene un vínculo mayor y directo con la felicidad. Esto se debe a que, independientemente de la realidad, queremos disfrutar de la vida al máximo. Veamos brevemente algunos conceptos importantes, antes de pasar a los mapas mentales del proyecto de vida.
Características del proyecto de vida
La planificación de la vida es lo que nos conecta con una realidad en la que creemos. Gracias a ello, tenemos un combustible natural para seguir adelante, firmes ante la adversidad. En otras palabras, es la forma que encontramos para crear resiliencia ante las dificultades naturales e inherentes al mundo en que vivimos.
Sin un proyecto de vida, somos como un árbol que crece en tierra infértil. Por supuesto, incluso con nuestras deformaciones, seguimos creciendo. Sin embargo, somos incapaces de dar un fruto excelente y hacer que la vida continúe a nuestro alrededor. Si no tenemos un objetivo, no tenemos un porqué para crecer, disfrutar de la vida y marcar nuestra existencia.
Por eso, aunque crea que es algo pequeño, elabore un proyecto para su vida. Materialice su sueño a través de acciones y pensamientos. Por lo tanto, tener un propósito es lo que nos mantiene vivos, firmes y centrados.
Crear un proyecto de vida mueve nuestro cuerpo más de lo que pueda imaginar. Nuestras conexiones internas se mueven de forma completamente diferente cuando canalizamos nuestra energía hacia algo. Puede que no lo note al principio, pero una rápida observación puede aclarar sus ojos. Observe lo que puede encontrar en si mismo:
Determinación: Para fijar cualquier objetivo en la vida, hay que ser incisivo y tener determinación. Gracias a ella, podemos evitar las distracciones y centrarnos únicamente en lo que queremos. De esta manera, también podemos encontrar los caminos más factibles que faciliten llegar a lo que queremos.
Resiliencia: Aunque nuestro viaje sea en línea recta, en el camino siempre habrá piedras, ya sea en el suelo o cayendo del cielo. No todo será a nuestro favor y, por desgracia, esto es algo normal y esperado. Cuando tenemos un sueño en mente y creemos en él, creamos una coraza contra los arañazos. La resiliencia nos permite responder adecuadamente a cualquier impacto.
Tolerancia: Aunque creamos firmemente en nuestro proyecto de vida, alguien aparecerá para testificar en contra, es decir, para indignar nuestros logros hasta el momento. Este alguien puede destacar los puntos negativos y despectivos también. Para alguien que ya ha conquistado los puntos anteriores, la tolerancia no será un problema. ¡Quien mueve sus sueños es usted y nadie más!
Mapas mentales del proyecto de vida en PowerPoint
