El concepto de derechos humanos se entiende como los derechos que conciernen a todo ser humano, independientemente de su raza, color, sexo, lengua, religión o clase social. Esta comprensión del tema, aunque sea algo superficial, nos da una idea del papel y la importancia de los derechos humanos para la prosperidad de cualquier civilización.
De hecho, son garantías que se refieren al mantenimiento de la vida humana e indican las condiciones básicas, es decir, los recursos mínimos que alguien necesita para sobrevivir. En este sentido, abarcan garantías fundamentales universales como la salud, la seguridad, la alimentación y la libertad. Veamos algunos detalles importantes sobre los derechos humanos antes de pasar a los mapas mentales de los derechos humanos gratuitos y editables:
Características de los derechos humanos
Los derechos humanos son un conjunto de prerrogativas que se extienden a todas las personas, sin distinción alguna. Incluyen derechos civiles, políticos, sociales, culturales y económicos.
Para ampliar la comprensión, observe la definición de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas:
«Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, independientemente de su raza, sexo, nacionalidad, etnia, lengua, religión o cualquier otra condición».
La noción de normas básicas de convivencia en sociedad existe desde hace muchos siglos y aparece en diversas civilizaciones a lo largo de la historia.
La consolidación de los derechos humanos y su universalización se produjo después de la Segunda Guerra Mundial, precisamente como contrapunto a este sombrío período de la humanidad, en el que muchos pueblos vieron completamente extirpado su derecho a la existencia.
Pero incluso antes de su reconocimiento en cualquier declaración o tratado, el concepto ya existía en la práctica, esto se debe a que no es una invención. Los derechos humanos no fueron creados.
De hecho, cuando se habla de su consolidación, se refiere al momento en que fueron reconocidos a escala mundial e institucionalizados gracias a los esfuerzos de la ONU. La universalidad, además, es uno de los puntos más importantes de lo que concebimos como derechos humanos en la modernidad. Esto significa que se aplican a todos los hombres, mujeres y niños, sin distinción.
Esto es lo que la ONU refuerza, una vez más, en el siguiente extracto:
«Los derechos humanos incluyen el derecho a la vida y a la libertad, la libertad de opinión y de expresión, el derecho al trabajo y a la educación, entre otros muchos. Todo el mundo merece estos derechos, sin discriminación».
Al ser universales, los derechos humanos pertenecen a todas las personas y no a una entidad concreta, ni siquiera a la ONU.
La advertencia es importante porque este grupo de prerrogativas es defendido por organizaciones nacionales e internacionales, con actividades dedicadas a la defensa y preservación de los derechos humanos. Sin embargo, no son dueños del concepto, lo que significa que no tienen el poder de juzgar, castigar o perdonar posibles violaciones.
Denunciar las violaciones de los derechos humanos, en cambio, se refiere a un compromiso de cada individuo, esté o no vinculado a una entidad.
En resumen, la función principal de los derechos humanos ha sido históricamente la de salvaguardar toda la vida humana. Los preceptos garantizados en la Declaración Universal deben ser respetados por todos los países, especialmente los 48 firmantes del documento original.
Los artículos de la declaración garantizan explícitamente las libertades fundamentales del ser humano, impidiendo que una persona o grupo atente contra la dignidad humana de los demás. Una de las características principales y más innovadoras que aporta el documento de la ONU es la mencionada universalidad de estos derechos, garantizando que se extienden a todas las personas, sin discriminación.
También son derechos inalienables, lo que significa que nadie puede ser privado de su acceso. Por supuesto, hay restricciones, como en el caso de una persona condenada por un delito y que, por este motivo, se le aplica la privación de su libertad.
Aun así, la Declaración Universal establece el derecho a ser juzgado «por un tribunal independiente e imparcial» y a que se presuma su inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad.
Por último, todos los derechos del documento deben respetarse de forma equivalente, sin que ningún derecho sea más fundamental que otro. Esto se debe a que los artículos de la declaración son indivisibles e interdependientes, y la violación de uno de ellos es suficiente para causar una ruptura de la confianza en todos ellos, autorizando una falta de respeto progresiva.
En la práctica, una vez que se rompe el límite de lo establecido para la dignidad, ninguna vida humana está a salvo.
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