La economía es la ciencia que analiza la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios. Desde el punto de vista social, el término se refiere al conjunto de estudios científicos sobre la actividad económica, con la creación de teorías y modelos. Éstas, a su vez, pueden aplicarse a la gestión económica, que es el lado práctico de la economía.
La palabra «economía» se utiliza genéricamente para referirse a la situación económica y a las medidas adoptadas por un país para aumentar su riqueza o reducir la pobreza. Sin embargo, su origen está en la unión de los términos griegos oikos, que significa casa, y nomos, que significa gestionar o administrar.
Así, el «cuidado del hogar» es la base de la economía. Esto apunta a la necesidad de buscar modelos económicos que cuiden el hogar del ser humano, la Tierra, para que nuestra especie pueda desarrollarse de forma sostenible.
Generalmente dividida en dos ramas, la economía aplica sus conocimientos al análisis y la gestión de los más variados tipos de organizaciones humanas, desde entidades públicas hasta sectores comerciales. La microeconomía y la macroeconomía estudian, respectivamente, los comportamientos individuales y sus resultados agregados.
Para analizar todos estos grupos de acciones posibles y predecir las direcciones que deben tomar los gobiernos y las empresas, se han creado diversas formas de economía, como la economía sostenible, la economía circular, la economía creativa, entre otras. Veamos brevemente algunos conceptos importantes, antes de pasar a los mapas mentales de la economía.
Características de la economía
A continuación, se detallan los 8 modelos económicos que promueven el desarrollo sostenible:
Economía sostenible: El concepto de economía sostenible es amplio y tiene varios enfoques. En general, se define como un conjunto de prácticas que tienen en cuenta no sólo el beneficio, sino también la calidad de vida de las personas y la armonía con la naturaleza.
Una economía sostenible es aquella que centra su crecimiento en el bienestar de los seres humanos, situándolos en el centro del proceso de desarrollo. El modelo aboga por que el ser humano deje de tener un precio y sea dotado de dignidad. La capacidad regenerativa de la naturaleza también se considera un activo que hay que preservar para la propia continuidad de la actividad económica.
Economía circular: La economía circular propone una reutilización sistemática de todo lo que se produce. El concepto se basa en la inteligencia de la naturaleza, oponiendo el proceso de producción lineal al proceso circular, en el que los residuos son insumos para la producción de nuevos productos. En el medio ambiente, los restos de fruta consumidos por los animales se descomponen y se convierten en abono para las plantas.
Este concepto también se denomina «de la cuna a la cuna», donde no existe la idea de desperdicio, y todo es un nutriente continuo para un nuevo ciclo. El sistema de economía circular agrega varios conceptos creados en el último siglo. Algunos ejemplos son el diseño regenerativo, la economía del rendimiento, el «de la cuna a la cuna», la ecología industrial, el biomimetismo, la economía azul y la biología sintética.
Economía creativa: La economía creativa es una nueva forma económica en auge en el mundo actual. Como su nombre indica, se trata de la generación de valor a través de la creatividad. Son bienes y servicios basados en el capital intelectual y cultural y que buscan mejorar, innovar o resolver problemas.
Vender experiencias es uno de los lemas de la economía creativa, como explica el investigador inglés John Howkins, uno de los grandes especialistas en la materia. La libertad es uno de los requisitos para que aflore la creatividad, permitiendo el desarrollo de nuevos productos en respuesta a demandas o intereses específicos.
Economía solidaria: La economía solidaria es una forma autónoma de gestionar los recursos humanos y naturales para reducir las desigualdades sociales a medio y largo plazo. Este modelo replantea la relación con el beneficio, transformando todo el trabajo generado en beneficios para la sociedad, no sólo para una parte de ella.
En la economía capitalista, los ganadores acumulan ventajas y los perdedores desventajas para futuras competiciones. La idea de este modelo es que la solidaridad y la cooperación entre personas y empresas sustituyan a la competencia, para que todos puedan crecer juntos.
Economía colaborativa: También llamada economía compartida o en red, la economía colaborativa se basa en la regla de compartir en lugar de acumular. El modelo busca facilitar el intercambio de productos y servicios, sin centrarse tanto en el beneficio. Aunque la idea de compartir cosas y conocimientos no es nueva, empezó a generalizarse en 2008, gracias a Internet. Esto ha afectado a la forma de ver los negocios tradicionales y la economía en su conjunto.
Economía regenerativa: La economía regenerativa es una propuesta teórica en sintonía con el sistema capitalista actual, pero que sugiere cambios en la forma de valorar las cosas. La economía regenerativa tiene en cuenta el valor económico de los capitales originales, que son la tierra y el sol. Así, propone restringir el acceso a estos bienes de capital originales, para evitar su escasez.
Economía verde: La economía verde es aquella que da lugar a la mejora del bienestar humano y la igualdad social, al tiempo que reduce los riesgos ambientales y la escasez ecológica.
Las características predominantes de este modelo son: bajas emisiones de carbono, eficiencia en el uso de los recursos naturales e inclusión social. El consumo consciente, el reciclaje, la reutilización de bienes, el uso de energías limpias y la valoración de la biodiversidad forman parte del proyecto de economía verde.
Desde el punto de vista comercial, las Empresas B son una aplicación práctica y un ejemplo de que es posible construir un nuevo sistema empresarial sostenible. A su vez, a nivel individual, las pequeñas acciones contribuyen a la construcción y valoración de modelos económicos más justos para las personas y el medio ambiente.
Economía afectiva: La economía afectiva, en 2008, fue descrita en el libro Convergence Culture: Where Old and New Media Collide, de Henry Jenkins, como «una nueva configuración de la teoría del marketing, todavía un poco al margen, pero que está ganando terreno en la industria de los medios de comunicación».
Trata de comprender los fundamentos emocionales de la toma de decisiones del consumidor, como fuerza impulsora de las decisiones de visualización y compra». En marketing, es una teoría basada en el impulso emocional para atraer a las personas e influir en el consumo a través de una conexión más profunda y emocional entre el consumidor y el producto.
Mapas mentales de la economía en Word y PowerPoint