Una adicción es una disfunción crónica del cerebro que afecta al sistema de recompensa. Así, podemos decir que la adicción es el deseo incesante del cuerpo por una sustancia o la actitud compulsiva, que provoca una búsqueda exagerada de la misma. Antes de pasar a los mapas mentales de las adicciones, repasemos sus características.
Características de las adicciones
Las personas adictas a algo no son capaces de detener esta actitud, ni de alejarse del objeto. Además, los que tienen una adicción muestran una falta de autocontrol e ignoran los problemas que se pueden generar.
Las personas que tienen una adicción pueden estar en un ciclo de abuso. De este modo, este ciclo cambia entre el uso moderado y el uso intenso del objeto. Sin embargo, es muy frecuente que la adicción se agrave con el paso del tiempo y dé lugar a complicaciones más graves.
En primer lugar, es importante decir que quien tiene una adicción busca sentirse completo. Es como si ese objeto fuera lo que le falta a la persona para enfrentarse a la vida. No es de extrañar que muchos adictos digan que es la única manera de volver a sentirse completos. En segundo lugar, es importante mencionar que la dependencia y la adicción no son lo mismo.
Funciona así: El uso de sustancias o algunas actitudes pueden generar un éxtasis o placer absoluto que activa el sistema de recompensa del cerebro. Sin embargo, nuestro cuerpo empieza a crear tolerancia y, por tanto, se necesita una mayor cantidad del objeto para sentir el mismo efecto inicial.
Por lo tanto, la dependencia de esa sensación de éxtasis absoluto genera síntomas negativos en el cuerpo cuando no estamos bajo el efecto del objeto, debido a las dosis crecientes. Y entonces, cuando uno empieza a ignorar los posibles riesgos y el consumo se vuelve compulsivo, surge la adicción.