La historia es el conocimiento que estudia los sucesos del pasado. Los historiadores definen esta ciencia de varias maneras. Hay una línea de pensamiento que cree que la historia estudia realmente la acción de los seres humanos a través del tiempo, investigando su comportamiento y sus consecuencias.
También hay quienes sostienen que estos conocimientos se dedican a investigar los cambios de las distintas sociedades a lo largo de los años. Así pues, corresponde al profesional de este ámbito averiguar la trayectoria de los acontecimientos y sucesos importantes, formulando algunas conclusiones y ampliando el pensamiento crítico de la sociedad.
Cabe destacar la necesidad de un método de investigación, en el que el profesional elige el documento o las fuentes históricas en las que basar su investigación. Ejemplos de fuentes históricas son la ropa, los artefactos artísticos, los documentos, los utensilios, los edificios, los fósiles, las obras de arte, las fotografías y todo lo que sirva como rastro del pasado. Antes de pasar a los mapas mentales de la historia, revisemos rápidamente algunos conceptos importantes:
Características de la historia
El término «historia» tiene su origen en la palabra griega historie, que tiene como concepto la idea de «investigación», es decir, la comprensión procedente de la investigación.
Heródoto, el antiguo historiador griego, es considerado el «padre de la historia». Fue él quien desarrolló los primeros estudios con un método más sistematizado. Más tarde, Tucídides, otro pensador griego, realizó estudios más elaborados en los que combinó diversas fuentes históricas. Suya es la obra «Historia de la Guerra del Peloponeso», en la que se centra en el conflicto entre las ciudades de Atenas y Esparta.
Existe un consenso entre los historiadores occidentales para determinar algunos períodos de la historia de la humanidad. Estos son:
- Prehistoria: Se considera todo el periodo de evolución del ser humano hasta la invención de la escritura, que se produjo aproximadamente en el 3.500 a.C.
- La Edad Antigua: Desde el desarrollo de la escritura hasta la caída del Imperio Romano de Occidente (476 d.C.). Estudia las grandes civilizaciones, como la griega y la romana. En relación con los pueblos de Oriente, incluye a los egipcios, mesopotámicos, hebreos, fenicios y persas.
- La Edad Media: Desde la caída del Imperio Romano hasta la caída de Constantinopla (en 1453), abarcando el periodo comprendido entre los siglos V y XV.
- La Edad Moderna: Del siglo XV al XVIII, cuando se consolida el sistema capitalista.
- La Edad Contemporánea: comienza con la Revolución Francesa, en el siglo XVIII, y llega hasta nuestros días.
El estudio de los acontecimientos del pasado es importante porque es una forma de conocer cómo vivían, sentían y actuaban nuestros antepasados en el mundo.
De este modo, podemos trazar un mapa de los acontecimientos y reflexionar sobre cómo podemos, en el presente, guiar nuestras acciones.
Además, la comprensión histórica de los hechos nos ayuda a pensar en la convivencia en sociedad. También nos ayuda a comprender las diferencias entre culturas y países, valorando los caminos que llevan a determinados grupos sociales a actuar de una manera u otra, así como a desarrollar el pensamiento crítico.
Mapas mentales de la historia en PowerPoint