La contaminación del agua corresponde al proceso de polución, contaminación o deposición de residuos en el agua de ríos, lagos, arroyos, manantiales, así como mares y océanos. Se trata de un grave problema socioambiental porque, aunque el agua es un recurso natural renovable, puede ser cada vez más escasa, ya que sólo el agua potable es apta para el consumo.
Antes de pasar a los mapas mentales de la contaminación del agua, repasemos sus características.
Características de la contaminación del agua
La principal causa de la contaminación del agua es el desarrollo desenfrenado de las actividades económicas, especialmente en las ciudades, con el aumento de la eliminación inadecuada de los residuos del sistema de alcantarillado y saneamiento. Otra causa también señalada es la incorrecta eliminación de residuos por parte de la población, que arroja objetos a los cursos de agua por pura falta de conciencia ambiental.
Hay que tener en cuenta que, en una cuenca hidrográfica, todo lo que se genera en su área de cobertura se desagua en el cauce de su correspondiente río. Así, el aumento de la contaminación en el espacio de las ciudades genera una mayor carga de contaminantes al cauce de los ríos que cortan estas zonas urbanas. En el campo ocurre lo mismo, cuando el uso indiscriminado de plaguicidas provoca la contaminación de los recursos hídricos, ya que toda la carga de compuestos químicos acaba yendo a parar a la capa freática o al curso de agua más cercano.
Con el desarrollo de las sociedades y la intensificación del proceso de industrialización, además de la introducción de nuevas técnicas de plantación en el campo, las reservas de agua están cada vez más contaminadas, lo que genera una mayor escasez de lugares que puedan utilizarse para el agua potable y otras funciones.
En los mares y también en los océanos hay también mucha contaminación, generada tanto por la eliminación inadecuada de residuos en las prácticas turísticas y de ocio en los entornos costeros como, en algunos casos, por los vertidos de petróleo, que es difícil de controlar.
La contaminación del agua tiene varias consecuencias. La primera, como ya hemos dicho, es la pérdida de recursos hídricos para el consumo. Además, cabe recordar que estos lugares son el hábitat de varias especies, algunas de ellas en peligro de extinción.
Otro efecto de la contaminación del agua es la aparición de un fenómeno llamado eutrofización del agua. Este proceso consiste en la presencia excesiva de nutrientes procedentes de productos químicos que contaminan los ríos, provocando la proliferación desenfrenada de algas y cianobacterias, que impiden la entrada de luz en los entornos fluviales y reducen la disponibilidad de oxígeno en el agua, lo que puede provocar la muerte de innumerables especies.
Para luchar contra la contaminación del agua, es necesario intensificar las campañas de concienciación medioambiental, promover medidas de control e inspección, además de una gestión adecuada de los residuos sólidos y del tratamiento del agua. Por lo tanto, es necesario adoptar medidas sostenibles, especialmente para garantizar este y otros recursos naturales para las generaciones futuras.