Los estados físicos de la materia están determinados por la distancia entre las moléculas, las conexiones moleculares y la energía cinética que mueve las partículas de una muestra. Antes de pasar a los mapas mentales de los estados de la materia, repasemos sus características.
Características de los estados de la materia
En el estado sólido, tenemos moléculas muy compactas y con poco movimiento. En el extremo opuesto se encuentran el estado gaseoso y el plasma, en los que las moléculas tienen un espacio entre ellas y una elevada energía cinética.
Los materiales líquidos se encuentran en un punto intermedio, no tienen una forma física definida, tienen más energía cinética que un material sólido y tienen menos espacio entre las moléculas que los materiales gaseosos.
Estado sólido: Las moléculas de un material en estado sólido se conectan con una fuerza suficiente que da lugar a una forma y un volumen definidos. En este estado tenemos poca energía cinética entre las partículas, y aunque haya un pequeño movimiento entre ellas, no es posible visualizarlo macroscópicamente (a simple vista).
Estado líquido: En el estado líquido, no hay una forma física definida, pero sí un volumen definido, lo que nos impide comprimir el material de forma significativa. Los líquidos tienen una fuerza intermolecular débil, lo que permite manipular y separar partes de una muestra con facilidad.
Estado gaseoso: Un material en estado gaseoso no tiene volumen ni forma concretos. Tiene una gran escalabilidad debido a la alta energía cinética. Cuando se coloca en un recipiente, el gas se propaga indefinidamente y si, en esta condición de confinamiento, el gas se calienta, habrá un aumento de la energía cinética y un aumento de la presión del sistema.